El árbitro español Enric Molina fue el encargado de dirigir como juez de silla la final masculina de Wimbledon de este domingo, en la que el suizo Roger Federer igualaba los siete títulos del estadounidense Pete Sampras en el torneo decano del tenis mundial, al superar en cuatro sets al británico Andy Murray por 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4. Se trata de la cuarta final de Grand Slam que dirige el árbitro español, que el pasado año fue nombrado máximo responsable del arbitraje internacional, con el cargo de Head of Officiating.
La Federación Internacional de Tenis (ITF) ha nombrado al barcelonés Enric Molina, según ha anunciado hoy en Londres. A sus 36 años, Molina formaba parte del organismo rector del arbitraje mundial en calidad de miembro del ITF Officiating Team, además de ser el único juez de silla español de los seis árbitros 'Gold Badge' de la Federación Internacional.
Enric Molina se convirtió en el primer español en arbitrar una final individual masculina de Grand Slam en 2005, cuando dirigió la final del US Open entre el propio Roger Federer y Andre Agassi. Ese mismo, año dirigía su primera final de Copa Davis entre Croacia y Eslovaquia.
En 2007, repetía final entre Estados Unidos y Rusia, y un año después, arbitraba la final femenina del Open de Australia entre Maria Sharapova y Ana Ivanovic. En 2010, era el encargado de dirigir la final masculina en Melbourne entre Roger Federer y Jo-Wilfried Tsonga, además de la final de Copa Davis entre Serbia y Francia.
