El presidente de la Real Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela, ha presentado este jueves la monografía titulada "Estudio y actualización sobre el tenis: su posición en el modelo deportivo español", obra que ha editado el Observatorio del Tenis Español en el marco del convenio de colaboración con la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
“Para que el tenis siga siendo un deporte número uno en el futuro tenemos que apoyarnos en la sabiduría y en la ciencia para que podamos avanzar y esa es la razón de ser del Observatorio”, dijo el presidente de la RFET, quien agradeció a la Federación Andaluza de Tenis, y a su presidente, Juan Miguel Navas, presente en el salón de la Fundación Cruzcampo, su colaboración “en los momentos buenos y en los difíciles”, así como a José Mosquera, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Vigo, su incorporación al consejo del OBTE.
Mosquera fue el encargado de explicar las líneas maestras del estudio de los profesores Alberto Palomar (Universidad Alfonso X El Sabio) y Ramón Terol (Universidad de Alicante), y abundó en la posibilidad de que el tenis transmita sus valores para un desarrollo social sostenible, a través de la cultura del esfuerzo, el sacrificio, la competitividad, la responsabilidad, valores que consideró “perdidos” en la etapa previa a la crisis económica actual “que veneraba un modelo de sociedad insostenible”.
El análisis de la situación actual del tenis incluye datos como la existencia de 1.200 clubes de manera estable en los últimos diez años, así como la existencia de 5.585 pistas que Mosquera consideró “un número razonable” aunque la distribución geográfica “no es equitativa” por las distintas Comunidades Autónomas, citando a Andalucía, Cataluña y Valencia como las regiones donde la proporción entre instalaciones públicas y privadas tiene un mayor equilibro.
Delfín Galiano, director del Observatorio, agradeció a Escañuela que apueste por un modelo de desarrollo en su federación que no se basa exclusivamente “en la competición. Otras con más recursos no acometen proyectos de investigación con la cobertura de expertos de prestigio de nivel internacional” y en este sentido argumentó que un entorno científico apoyado en la universidad sólo podrá tener beneficios que al final se trasladan a la pista y desde el tenis a la sociedad.
