Copa Davis

Se cumplen 20 años del histórico primer triunfo de España en la Copa Davis en Barcelona

10 diciembre, 2020
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Se cumplen 20 años del histórico primer triunfo de España en la Copa Davis en Barcelona
10/12/2020

Este jueves se cumplen 20 años del histórico primer triunfo de España en la Copa Davis, en la recordada final del año 2000 en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante Australia. El tenis español lograba, por fin, un trofeo con el que había soñado desde su debut en 1921 y cuyas gestas en los años 60 lo habían convertido en un deporte popular gracias a la expansión de la televisión.

Eran las 16:56 horas de la tarde del domingo 10 de diciembre, cuando un revés paralelo a dos manos ejecutado por Juan Carlos Ferrero superaba la subida a la red de Lleyton Hewitt. El valenciano se ponía las manos en la cara y caía de rodillas instantes antes de ser engullido por todo el equipo.

España acababa de lograr el punto definitivo con el que conquistaba la famosa ensaladera de plata. Lo hacía derrotando, en un giro de la historia, al mismo rival ante el que había sucumbido en las dos Challenge Round alcanzadas en 1965 y 1967, ambas en las antípodas sobre hierba, y al que nunca antes había logrado vencer.

Juan Carlos Ferrero, Álex Corretja, Albert Costa y Joan Balcells, pusieron rostro a un éxito que pertenecía a todas las generaciones anteriores del tenis español que habían hecho posible aquel momento. Junto a ellos, Javier Duarte ejercía la representación en la silla del equipo de capitanes bautizado con el nombre de G-4, y que completaban Juan Avendaño, Josep Perlas y Jordi Vilaró.

Decisiones difíciles

La final vino precedida por varias decisiones difíciles, no exentas de polémica. El grupo de capitanes dejaba fuera del equipo al campeón de Roland Garros de 1998, un Carlos Moyá en horas bajas.

También decidía prescindir en la primera jornada del mejor español clasificado en el ranking, un Álex Corretja que venía de disputar el Masters ATP en Lisboa. El objetivo era reservarlo de cara al dobles, en el que iba a formar junto al especialista Joan Balcells, en lugar de hacerlo con Albert Costa, con quien aquel Verano se había colgado la medalla de plata en los JJOO de Sydney.

El Palau Sant Jordi estaba a rebosar con casi 14 mil espectadores, de los cuales 1.300 eran australianos enfundados en camisetas de color amarillo y verde, luciendo banderas estrelladas y agitando en la gradas canguros inflables con los que trataban de contrarrestar la superioridad numérica de la afición española.

Inicio con derrota

A pesar de partir como favorita, España iniciaba la final con derrota en el primer punto de la eliminatoria. Después de más de cuatro horas de partido, el leridano Albert Costa veía cómo se le escapaba la victoria en cinco sets ante el emergente de 19 años Lleyton Hewitt (3-6 6-1 2-6 6-4 6-4).

Juan Carlos Ferrero saltaba a pista ante Patrick Rafter con la responsabilidad de igualar el marcador, y el joven tenista español de 20 años refrendó la confianza depositada en él a lo largo de toda la temporada. Tras ceder el primer set, fue capaz de doblegar al experimentado australiano, que se retiraba en el cuarto set aduciendo unos calambres que muchos atribuyeron a evitar un desgaste físico innecesario (6-7/4 7-6/2 6-2 3-1).

El dobles, decisivo

España dio la estocada al día siguiente con la no tan sorprendente victoria de la pareja formada por Álex Corretja y Joan Balcells sobre Sandon Stolle y Mark Woodforde, quien disputaba su último partido como profesional (6-4 6-4 6-4). Australia no pudo contar para la cita con los “Woddies” el mítico tándem formado por el Woodforde y su compañero Todd Woodbridge, tras anunciar su separación en los JJOO de Sydney de aquel año.

La puntilla llegaría el domingo con el inolvidable triunfo de Juan Carlos Ferrero sobre Lleyton Hewitt, en un duelo entre dos jugadores que posteriormente llegaron a ostentar el Nº 1 mundial, en algo más de 3 horas y media de juego (6-2 7-6/5 4-6 6-4).

España se convertía en el décimo país que inscribía su nombre en el palmarés de una competición que ese año cumplía su ciento una edición. Lo hacía con todo un país detrás, que rompía todos los récords de audiencia con más de 6 millones de telespectadores, y un 46,7% de share en directo.

Quince días atrás, se había perdido la final de la Fed Cup contra Estados Unidos en Las Vegas, pero se alcanzaba la gesta de ser el quinto país en la historia que se disputaba el mismo año las ?nales de la Fed Cup y de Copa la Davis.

España levantaba su primera ensaladera de plata bajo la atenta mirada de un joven de 16 años llamado Rafael Nadal, que había portado la bandera del equipo español en la ceremonia. Fue el inicio de una década gloriosa en la que llegarían otros cuatro títulos (2004, 2008, 2009 y 2011), antes de la última gesta lograda en las Finales del pasado año en Madrid.

En busca de un sueño

La celebración al ritmo de la canción “I Will Survive” de Gloria Gaynor –convertida en himno oficioso del equipo– se había repetido en las cuatro eliminatorias previas jugadas todas ellas en territorio español.

En la primera celebrada en Murcia ante Italia (4-1) también contó con la participación de Francisco Clavet. Posteriormente llegarían los triunfos sobre Rusia (4-1) en Málaga, y el histórico 5-0 endosado a Estados Unidos en la semifinal de Santander.

La revolución del grupo de cuatro capitanes que había sustituido en el cargo a Manolo Santana no solo perseguía la unión del equipo, sino la implicación de todo el tenis español en un mismo sueño que culminó en la Montaña Mágica de Montjuïc.  

Foto: RFET.

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